Aunque este año el frío parece darnos un respiro, pronto empezará a causar estragos en nuestra piel.
Y esa bajada de temperaturas le afecta de manera directa provocando irritación, sequedad extrema, descamación, pérdida de elasticidad
Sin olvidar los choques térmicos a los que la sometemos cada vez que entramos y salimos de un espacio cerrado.
Desde Estética Victoria te daremos unos consejos para cuidar la piel en invierno.
Del mismo modo que no sales a la calle en invierno sin arropar tu cuerpo con un buen abrigo, zapatos cerrados y guantes, dejar la piel a la intemperie frente al frío es letal.
Las zonas que más sufren son sin duda el rostro en concreto las mejillas, los labios y las manos.
¿Los males más frecuentes? Rojeces, deshidratación, rosácea, couperosis.
Las razones son claras: el frío contrae los capilares para preservar el calor corporal, pero, además, las glándulas sebáceas reducen su actividad, se podría decir que “hibernan”.
Si a las bajas temperaturas, le añadimos los choques térmicos, ya sabes pasar de los espacios cálidos de interior o los gélidos del exterior, los ambientes cerrados y cargados y el viento, la cosa se complica aún más.
Es necesario abrigar no solo el cuerpo, sino proteger la piel frente a las inclemencias climáticas.
¿Qué podemos hacer para combatir el frío?
1. Elige texturas que abriguen. Lo primero que debemos tener en cuenta es que, igual que protegemos nuestra piel del sol, debemos hacerlo de los efectos del frío. Las texturas y los principios activos que vamos a emplear deben cumplir una doble misión: nutrir y regenerar. Por eso no pueden faltar en tu neceser de invierno cosméticos con ceramidas.
¿Por qué son tan importantes? Porque las ceramidas son los lípidos que se encuentran de manera natural en la piel y son esenciales para mantener a raya la hidratación. Sin ellas la piel se vuelve reactiva, seca y se irrita. Necesitamos estabilizar la barrera hidrolipídica y protegerla frente a la pérdida de hidratación. Sin olvidar fomentar la elasticidad y estimular la renovación de la piel dañada.
2. Hidratación a raya. Además de tu rutina de cuidados diarios te recomiendo, una vez a la semana, una mascarilla que nutra e hidrate en profundidad. En cuestión de minutos conseguirás un aspecto jugoso y una piel de terciopelo.
3. Busca tu tiempo para mimar tu piel en cabina. Disfruta de un tratamiento facial personalizado, tu piel te lo agradecerá.
4. Como rituales diarios, imprescindible limpiar la piel noche y día, ya que el frío y el viento mantienen en suspensión las partículas contaminantes y se adhieren con facilidad al rostro.
5, Al acostarte, aplícate un Serum o loción reparadora del manto hidrolipídico adaptado a tus necesidades por edad y condición de la piel.
6.Antes de salir de casa, aplícate una crema hidratante, con factor de protección si es posible.
Si previamente utilizas un producto con propiedades antioxidantes (como la vitamina C, por ejemplo), duplicarás los efectos fotoprotectores y además combatirás los radicales libres que se producen en los ambientes cerrados, los humos del tabaco, la polución.
7. No olvides proteger también tus labios con un labial hidratante que impida que se resequen y agrieten.
8. Usa guantes para tus manos, no olvides hidratarlas cuantas veces sean necesarias a lo largo del día.
Llámanos al 925.51.33.16 o 679.45.30.63 y reserva tu consulta gratuita de diagnóstico facial.