Sabemos reconocer las arrugas provocadas por el paso del tiempo y también existen las arrugas del sueño.
No aquellas provocadas por las posturas que adquirimos mientras dormimos. Son muchas las horas que podemos pasar en la mista postura y se vuelven más pronunciadas en aquellos casos en los que apoyamos el rostro al dormir siempre en un mismo lateral o cuando estamos boca abajo.
De hecho nada más ver la piel de una persona podemos saber si duerme de un lado o de otro, marcando, arrugas pronunciadas en un lado del rostro.
Algo que también debemos saber es que no siempre están vinculadas al envejecimiento, aunque, evidentemente, el paso del tiempo las acentúa. Se conocen como arrugas posturales y se provocan al apoyar de manera constante e inconsciente la piel con una superficie, el colchón o la almohada.
¿Dónde suelen aparecer?
Cara, cuello y escote son las zonas más afectadas. Se producen porque el aporte de oxígeno que llega a esa zona de la piel es menor debido a la fricción y comprensión del rostro y que tanto perjudica la microcirculación.
Si a esto sumamos que pasados los 30 se reduce la formación de colágeno y ácido hialurónico, causando el afinamiento del grosor de nuestra piel, el resultado es que la postura que adquirimos mientras dormimos nos afecta más de lo que imaginamos.
¿Se puede evitar su aparición?
Se puede prevenir su aparición. ¿Cómo? De día emplea un suero que reafirme y combata la flacidez, con movimientos ascendentes, y finaliza, siempre, con la protección solar.
Por la noche te recomiendo una crema muy nutritiva. A partir de los 40, te aconsejo que emplees una específica para obtener los mejores resultados. Si dispones de más tiempo, aplica una mascarilla tensora.
Una vez a la semana, o cada quince días si se trata de una piel más delicada, realiza un peeling enzimático que te ayude a eliminar impurezas y dar vitalidad. Realiza un exfoliado suave y consigue deshacer las uniones entre las células muertas pero sin dañar las que están en buen estado.
Evita los cambios de peso y dormir boca abajo ya que estarás acentuando las arrugas de manera especial en en la zona del escote.
En el caso del rictus o las arrugas que se forman en la frente, realizar un masaje facial antes de ir a dormir te ayudará a relajar la musculatura de esta zona. Además estarás estimulando la formación de fibroblastos y consiguiendo la firmeza deseada.
Solo tienes que repetir unos «pellizcos» intensos en la zona del labio superior, trabaja en detalle los surcos nasogenianos. Y mientras duermas, evita posturas que marquen este gesto. Mejor para evitarlo, dormir boca arriba, y elegir texturas suaves cuando compres almohada.
Y cuando te levantes por la mañana haz un masaje en la zona del rictus para estimular la circulación sanguínea.
¿Qué cuidados necesita la piel antes de dormir para evitar que se marquen tanto las arrugas?
No olvides, como consejo clave, tener un hábito de sueño saludable. La falta de sueño fomenta y acelera la glicación, acelerando el envejecimiento y las arrugas.
Aparca las pantallas de smartphone, ordenador o tablet antes de irte a dormir y nunca los lleves de compañía a la cama. Tu cerebro te lo agradecerá permitiéndole centrarse en la única tarea clave cuando te vas a la cama: conciliar el sueño.
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