Los hilos tensores consiguen devolver firmeza del óvalo facial y tensar la piel del cuello con un procedimiento muy sencillo y seguro.
Se trata de tejer una especie de malla, un entramado de hilos cruzados que sujete el tejido facial. Son hilos muy finos de un material reabsorbible y biocompatible, la polidioxanona, que se viene usando desde hace años en cirugía cardiaca.
En función del caso de cada paciente, puede someterse a un tratamiento con hilos que necesiten anclaje o no. La técnica es totalmente individualizada para cada paciente, dependiendo de la edad, la fisonomía y el grado de flacidez. En una sesión estándar se suelen insertar entre 10 y 20 hilos. Estos hilos tensores son capaces de rejuvenecer desde dentro hacia fuera estimulando la piel para formar colágeno nuevo además de fibroblastos. El resultado, una piel más firme, elástica y brillante.
No existen alergias ni rechazos, además es indetectable a la palpación y a la vista.
Sus principales indicaciones son:
- Elevación de las mejillas.
- Recuperación del óvalo facial.
- Mejora de surcos nasogeniamos.
- Líneas de marioneta.
- Arrugas del contorno de ojos.
- Código de barras.
- Elevación de las cejas.
- Doble mentón.
- Reafirmación del cuello.