Los beneficios del frío aplicado en la piel son muchos más de los que podemos imaginar. Activan la circulación sanguínea, combaten la aparición de celulitis y varices, son magníficos para mejorar la sensación de agotamiento y piernas cansadas. La respuesta en definitiva es que son saludables pero siempre que sepamos cómo realizarlos y que no se excedan en el tiempo.
Beneficios que te aporta una ducha fría
- Fortalece nuestro sistema inmunológico, el cuerpo reacciona ante el efecto frío liberando endorfinas y ayudándonos a reforzar nuestras defensas frente a las infecciones.
El agua fría en cuanto entra en contacto con nuestro piel despierta infinitas señales y nuestro cerebro activa un sistema de alarma segregando dopamina y noradrenalina.
Son realmente terapéuticas cuando se realizan las conocidas duchas de contraste, comenzando con agua caliente y finalizando con agua fría que se encarga de que el sistema endocrino active las conocidas como hormonas del estrés, manteniéndonos despiertos y activos. En la piel del rostro, el agua fría activa la microcirculación, descongestiona y desinflama.
- El agua fría aplicada a nivel corporal, fuerza al organismo a generar calor para luchar contra el efecto frío, acelerando el metabolismo y aumentando por lo tanto el consumo de energía (algo que también ocurre en los tratamientos corporales con crioterapia).
- Para el rostro os recomendamos las máscaras, antifaces de gel, globos de hielo o los rodillos de jade y cuarzo rosa más tradicionales, o el agua fría. Conseguiremos drenar y activar la microcirculación, efecto detox, relajación muscular, reducir arrugas y marcas de expresión y combatir bolsas y ojeras.
- No olvides que puedes complementarlos además con cosmética con efecto frío. En los beneficios que aporta a nuestro organismo el frío, no olvidemos que resulta muy efectivo también para aliviar piernas cansadas y atacar la celulitis.
Son muy eficaces los contornos de ojos que incluyen aplicador de roll-on que, tras permanecer en frío, potencian los resultados de sus principios activos. - Es suficiente tomar duchas breves de 30 segundos y a 15 grados es suficiente. Los estudios que se han realizado al respecto aseguran que es suficiente este tiempo y esta temperatura. No por mantenerse más tiempo o bajar los grados se consiguen mejores resultados.
- Por la mañana nos ayuda a despertarnos a nivel muscular y cerebral, y, por la noche, regulamos la temperatura corporal y nos induce a la relajación pero en estos casos suele resultar más agradable la ducha a temperatura tradicional. También es muy efectiva después de realizar cualquier actividad deportiva ya que la recuperación muscular es mayor.
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